Fe que Transforma

¿Qué puedo hacer para ser instrumento de Dios para la transformación de mis alumnos a pesar de que no vea los resultados inmediatos?

Inter-American June 27, 2024

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” 2 Corintios 5:17.

Cuando apenas iniciaba en mi experiencia docente, tuve la oportunidad de trabajar con un alumno al que nombraré Mateo. Mateo era un chico de aproximadamente 12 años. Cursaba el segundo grado de la escuela secundaria y se distinguía por ciertos rasgos sumamente interesantes: su inquietud, falta de disciplina, irresponsabilidad y desorden en el aula y en la escuela.

Para la primera semana de clases, Mateo ya había dado muestra de todas las características mencionadas. Como maestra principiante interesada en el bienestar de los estudiantes, decidí acercarme a mis compañeros para pedir apoyo y orientación. 

Algunos de ellos, amablemente me sugirieron estrategias útiles para trabajar con él. Otros en cambio, me expresaron palabras poco alentadoras, como si Mateo fuera un caso sin esperanza. 

Al escuchar sus palabras, sentí mucha tristeza al pensar que alguien creado por Dios, fuera considerado de poco valor, pues Jesús mismo dijo: “Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan su comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes más valiosos que ellos?” (Mateo 6:26).

Como respuesta a mi tristeza, en ese preciso momento, decidí dedicar mi tiempo y energía para Mateo. Trabajar con él y por él, apoyarlo y guiarlo a lo largo de sus estudios secundarios. Me convertí en su tutora. Coloqué su nombre en mis oraciones diarias y lo dediqué en ofrenda a Dios a través del Fondo de Inversión. Cada mes, colocaba un sobre con su nombre y mi ofrenda por él, pidiendo que Dios obrara, conforme a su voluntad, en la vida de Mateo.

Mateo egresó de la escuela. Se fue, y realmente, no pude ver un gran cambio en él. Llegué a pensar que mi trabajo había sido en vano. Mi corazón no estaba satisfecho. Consideré que Dios no me había respondido. Perdí de vista que el Espíritu Santo podía hacer la transformación que yo no anhelaba.

Los años transcurrieron y un día lo volví a encontrar. Platicamos mucho rato. Entre lo mucho que hablamos, me comentó que había terminado sus estudios universitarios y en ese momento, trabajaba como pastor de la Iglesia Adventista. ¡Fue un gusto verlo! Al despedirse, me abrazo y dijo: “Gracias maestra, usted sí tuvo fe en mi”.

Mateo me enseñó una valiosa lección: cada vez que inicio un nuevo ciclo escolar, veo a mis alumnos y me pregunto ¿qué puedo hacer para ser instrumento de Dios para la transformación de mis alumnos a pesar de que no vea los resultados inmediatos?

Authors

Brenda Janet Ozuna Gordillo

Brenda Janet Ozuna Gordillo, posee una licenciatura en Ciencias de la Educación, área Lengua y Literatura Española. Actualmente estudia la maestría en Docencia y Gestión. Ha sido maestra en los niveles de primaria, secundaria y preparatoria. Se desempeña como docente de Ciencias de la Educación en Universidad Linda Vista, en Chiapas México.

Emerson López

Posee un doctorado en Socioformación y Sociedad del Conocimiento. Ha sido prefecto, orientador, profesor de asignaturas, subdirector académico y director de instituciones educativas adventistas. Actualmente, se desempeña como docente de investigación en pregrado y posgrado en la Universidad Linda Vista ubicada en Chiapas México. Su pasatiempo es la lectura y escritura.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *